Una novela LGTBI para juventudes senti-pensantes, una puerta que se abre a la libertad de ser
El escritor Facu Soto (Soy / Página12) se cuela en un aula de finales de la educación primaria y, silencioso y observador, nos regala destellos de las clases cotidianas, donde existen peleas y amistades, el bullying y los huequitos en el alma y la falta de autoestima que genera, despertares amorosos que –los sabemos ahora, personas grandes– serán atesorados para siempre en nuestras memorias.
Y en el medio, Lucas y su despertar amoroso hacia uno de sus compañeres, Alí. Que se presenta de miles de formas, de todas las maneras intempestivas que tienen los sentimientos nuevos. Y, sobre todo, aquellos sentimientos que se enfrentan a lo no esperado y al “deber ser”. Entonces, nos hacemos chiquititas y chiquititos y, de la mando de Soto, nos metemos en los lugares más profundos de los pensamientos y los sentimientos de cada personaje.
Françoise Dolto dijo alguna vez que “la adolescencia es además un movimiento pleno de fuerza, de promesas de vida, de expansión. Esta fuerza es muy importante, es la energía de la mencionada transformación. Como los brotes que salen de la tierra, uno tiene necesidad de ‘salir´”. (Del prólogo de Nadia Fink)