Un libro-juego surrealista
Los surrealistas reivindicaban la idea de “romper con las reglas y convenciones” y dar paso al azar y a la imaginación.
Desplegaron diversas técnicas que les permitían explorar y crear con libertad, y que eran fuente de inspiración para ellos mismos.
El juego aparecía, no solo como una forma recreativa, sino también como un método de investigación y conquista del conocimiento.
Esta manera lúdica y novedosa de concebir el mundo nos conquistó.
Y por sus revolucionarias propuestas también nos lanzamos a un acto creativo y convocamos a quien, para nosotros, es un gran provocador a la hora de crear: Pablo Bernasconi.
5 modalidad de juego: El mazo trae 45 ilustraciones de Pablo Bernasconi y 5 modos de juego, inspirados en técnicas que usaban los artistas surrealistas. Para empezar a jugar deberán separar ambos mazos, mezclar bien cada uno y colocarlos boca abajo.
Cadaver exquisito: Cada jugador toma 1 ilustración del mazo. A partir de ella, escribirá el inicio de su historia en dos renglones. Luego doblará el papel tapando lo escrito y lo
pasará, junto con la carta, al jugador de la derecha. A la vez, recibirá un naipe y un papel doblado del participante de la izquierda. Sin leer lo que ya fue escrito,
continuará el relato de la carta recibida. Esta dinámica se repetirá de manera simultánea hasta completar la ronda. Cuando los jugadores vuelvan a recibir
su papel y carta inicial, desplegarán la hoja para leer las historias construidas con el aporte de todos. Otra modalidad de juego es dejar a la vista
la última palabra de la oración escrita, de manera que al doblar la hoja, sólo se vea esa palabra y el jugador siguiente continúe el relato con esa referencia.
Ensueño: Cada jugador recibe 5 cartas. Quien inicia la ronda elige una de sus ilustraciones, la coloca boca abajo sobre la mesa e inventa una frase vinculada a esa imagen onírica, pero sin que resulte muy obvia. El resto de los participantes elegirá, entre las propias cartas, la que más se acerque al tema enunciado, y la coloca boca abajo sobre la mesa. Una vez que todos hayan puesto la suya, se mezclarán y se darán vuelta. Siguiendo el orden de la ronda, cada participante señalará la ilustración que considere más acorde o cercana a la frase inventada.
Esta modalidad puede llevar puntaje. El jugador de turno suma 1 punto por cada voto recibido. Suman 1 punto quienes hayan acertado la carta inicial.
Suman 1 punto quienes hayan recibido votos por su carta. Si todos los participantes adivinan la carta del jugador de turno o, por el contrario, ninguno la elige, nadie suma puntos.
Collage: Cada jugador toma 6 ilustraciones del mazo. Con ellas deberá armar una nueva imagen, ubicándolas y ensamblándolas como le parezca. Una vez reunidas, habrá creado una “poesía visual”. Luego podrá asignarle un título, escribir o relatar lo que dejó plasmado en el collage.
Escritura automatica: Cada jugador toma 1 carta y, a partir de la ilustración, comenzará a escribir todo lo que le venga a la mente, sin caer en la tentación de releer lo escrito. El objetivo de esta propuesta es permitir que afloren palabras, imágenes o sensaciones sin filtro.